A veces creemos que hemos vivido lo más difícil de nuestras vidas, y que luego de aquello estaremos tranquilos, sin mayores sobresaltos… Y de repente aparece un reto enorme, nunca antes visto, y solo nos queda una opción: ¡enfrentarlo!
En el mundo del Real Estate también suceden sorpresas. Recientemente tuve la oportunidad de trabajar para un cliente que tenía dos años trabajando en un mercado que le permitía comprar la propiedad de sus sueños; pero repentinamente este fue mermando y su capacidad adquisitiva descendió mucho.
El caso es que el cliente, gracias a mis servicios, pudo conseguir una propiedad más o menos parecida a la que quería al principio, evidentemente más pequeña. Estuvimos bajo contrato cuatro veces, sí, ¡cuatro! Nunca me había pasado algo así. En la primera oportunidad el contrato tuvo que ser cancelado por problemas en la inspección, luego el inconveniente fue con el appraisal, después, un día antes de cerrar la negociación, el banco consiguió en los documentos de la asociación unas cláusulas que no les satisficieron y decidieron cancelar el contrato.
Debido a esto tuvimos que conversar con los vendedores, yo representaba al comprador, y logramos conseguir una extensión hasta el 12 de febrero con la condición de que trabajaríamos con el banco del vendedor. Luego de todo eso, se comenzó a hacer el proceso desde cero el día 16 de diciembre, y el 22 de enero el banco en cuestión determinó que con las cláusulas que había en el condominio la negociación no podía continuar.
Así fue como quedamos, otra vez, en cero, esperando por una propiedad realmente anhelada por mi cliente, que había pasado satisfactoriamente el appraisal y la inspección; pero poseía unas condiciones adversas en el condominio.
Finalmente tuvimos que buscar a un tercer lender y pudimos iniciar un nuevo proceso para lograr cerrar la negociación de manera expedita, sin tener que pedir una segunda extensión. El caso es que concluimos el proceso el 10 de febrero, y no el 15 de diciembre como estaba previsto. ¡Pero lo logramos! ¡La pareja hoy disfruta de su propiedad!
El proceso fue realmente cuesta arriba. Hubo momentos de mucha angustia para todo el equipo. Este fue el reto más difícil al que me tuve que enfrentar durante mis más de siete años de carrera como realtor.
Gracias a esta experiencia entendí la importancia de no perder la fe ni la concentración de nuestra meta. La perseverancia es sinónima de éxito, y en el mundo de los Real Estate también suceden sorpresas.